viernes, 12 de octubre de 2012

Atención que vienen curvas

Para seguir explicando el proceso que me ha llevado a mi situación profesional actual, os contaré el momento en el que mi perspectiva dio un giro que me proporcionó el impulso que necesitaba.

Tradicionalmente existen dos tipos de empresas dedicadas al trabajo pericial.

La más habitual, la que se podría definir más correctamente como gabinete pericial, es aquella que aglutina a uno o varios peritos, de la misma o distintas especialidades, y oferta sus servicios con una estructura común. En definitiva, el servicio es el mismo que el que puede dar un profesional independiente que ocasionalmente realiza algún trabajo como perito.

La segunda es la empresa dispatcher. Básicamente se trata de una empresa que gestiona una bolsa de peritos que constituye, casi en exclusiva, su aportación al cliente. La idea no es mala. Para el perito es una forma de conseguir trabajos fuera de su entorno habitual sin tener que hacer ninguna labor comercial, pues es la empresa la que la hace. Para el abogado, o para el cliente final, es un punto único al que acudir fácilmente cuando necesita un perito nuevo.

El punto débil de este segundo tipo de empresa es que sabe que el valor añadido que aporta es mínimo, y por ello camina permanentemente por la cuerda floja. Incluso se corre el peligro de que, en lugar de aportar valor, el dispatcher introduzca ruido en la conversación entre cliente, abogado, y perito.

En un momento dado de mi trayectoria, un gabinete pericial con el que llevaba años colaborando me ofrece, por una reorganización interna, hacerme cargo de su dirección general. Esta empresa está en el pequeñísimo grupo de empresas del segundo tipo que hay en España.

Mi planteamiento para esta empresa era, sin entrar en detalles, aumentar el "espacio de confort" aportando un mayor valor añadido, tanto a los clientes, como a los abogados o profesionales, y por supuesto también a los peritos.

Pero era un momento de crisis, y el planteamiento de los socios no daba lugar a cambios de modelo. No había mucha confianza en la supervivencia, y la visión a corto plazo era asegurarla, sin pensar en lo que se quería hacer en el medio o largo plazo. El objetivo único era por tanto la reducción de costes y la recuperación financiera, incluso a costa de los niveles mínimos de calidad.

Nuestra visión estratégica era diferente, y al cabo de unos meses comprendimos que ambas visiones no eran compatibles. Decidimos que lo mejor era volver a la situación previa, y volví a ser un perito más de su bolsa.

Pero mi visión ya había enraizado, el germen del proyecto era fuerte, y yo tenía fe en ese proyecto.

martes, 9 de octubre de 2012

Historia de un Perito Informático

Además de escribir sobre el proceso pericial y los informes periciales en general, de vez en cuando escribiré algo sobre mi, sobre mi historia, mis experiencias, y algún que otro tema de actualidad, siempre alrededor de la labor del perito y las técnicas forenses.

Empiezo aquí hablando del proceso que me ha llevado a mi situación profesional actual, y quizá más adelante os hable de mis proyectos de futuro.

Mi acercamiento a la Informática Forense creo que estaba predestinado. Hay dos cosas que me atrajeron a la informática cuando empecé con 10 años. La primera era la programación, en aquella época especialmente de juegos, aunque no en exclusiva.

La segunda era la seguridad. Desde que vi por primera vez el clásico de Matthew Broderick "Juegos de Guerra" (también soy un poco friki, pero eso es harina de otro costal), siempre me ha llamado la atención el mundo hacker, y todos sus derivados, entre ellos la seguridad informática en si misma y la investigación forense.

Desde el principio de mi vida profesional la seguridad fue una constante. Pero mis primeros contactos con la informática forense y los informes periciales fue casi casual y sin mucho conocimiento. Fue a raiz de una petición de un amigo abogado cuando empecé a tomarme en serio la labor pericial. Empecé a formarme, a hacer cursos, a leerme legislación... y a hacer periciales.

Tras unos años haciendo periciales informáticas, he tenido cada vez más contacto con peritos y casos de otras especialidades. He compartido cursos, congresos y eventos de todo tipo con peritos arquitectos, grafólogos, médicos, enfermeros, psicólogos, etc, etc.

Luego se creó el comité de expertos de AENOR para la redacción de lo que ahora es la norma UNE 197001:2011, comité del que pasé a formar parte. Muchas discusiones después, y tras muchas decisiones tomadas, he visto el punto de vista de todo tipo de peritos sobre el proceso pericial y la redacción adecuada para los informes periciales. Y cuando digo todo tipo de peritos me refiero no sólo a sus especialidades, sino a sus objetivos. Había peritos de parte, fuerzas de seguridad del estado, empresas de seguros, mediadores,... un poco de todo.

Un efecto colateral indeseado de esta amplitud de puntos de vista resultó en una simplificación (a mi modo de ver excesiva) y generalización en la norma resultante. Probablemente habrá cambios, pues existen iniciativas a nivel europeo en este sentido que puede darle un giro radical al objeto de esta norma, o bien causar la creación de otra u otras.

Otro efecto ha sido la creación de subcomités para normas derivadas, especializadas en temas concretos que requieren un tratamiento especial, al menos a priori. Uno de ellos es el Grupo de Trabajo 2, encargado del desarrollo de lo que sería la UNE 197010, sobre informes periciales informáticos, del que también formo parte.

Mi participación en los Colegios de Ingenieros e Ingenieros Técnicos en Informática de Asturias, y posteriormente en el Consejo General correspondiente, también ha contribuido a que me introduzca cada vez más en estos temas, participando en la redacción de los reglamentos de visados y listas de peritos, orientando a los peritos noveles que necesitan consejo en sus primeros trabajos e impartiendo cursos de formación sobre periciales. En definitiva, aportando mi granito de arena en lo que puedo.

Hizo falta un último empujón para que de todas estas semillas empezara a germinar un brote nuevo. Pero eso es asunto de un próximo post.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Presentación y bienvenida

Bueno, pues aquí comienza mi nuevo Blog. Ya he escrito algo para presentarme (sobre mi) y un pequeño texto con mi excusa para empezar este blog (Sobre este blog). Me falta hablar sobre trabajo, sobre LexPericial y STICC... no tardaré en hacerlo.

Y ahora llega la hora de la verdad. ¿Qué voy a escribir? Pues no tengo una idea muy clara del orden que voy a llevar, pero si se lo que quiero transmitir y a quién va dirigido.

Quiero hablar, sobre todo, a todo aquel profesional que en un momento dado se ve ante la tarea de realizar una investigación pericial, plasmar las conclusiones en un informe, y ratificar dicho informe en una vista oral. Me da igual que sea un experto en la materia y lo haya hecho cientos de veces (si es tu caso, te animo a colaborar en este blog con tus comentarios, corrigiendo todo aquello en lo que me equivoque, o incluso mandándome algún artículo para publicar).

Será mucho más útil, espero, para quienes se enfrentan a esta tarea por primera vez. O quienes ya lo han hecho esporádicamente pero no tienen muy claro hasta qué punto lo podrían hacer mejor.

Por supuesto, si nunca has hecho una pericial, ni tienes que hacer ninguna ahora, también puede interesarte aprender algún que otro concepto por si algún día surge la necesidad.

Pero también quiero hablar de vez en cuando para los profesionales de la Justicia, Jueces, Fiscales, Abogados, Secretarios Judiciales, ... En definitiva, para todos los usuarios de los servicios de un perito. Creo que a vosotros os puede servir para entender mejor nuestro punto de vista, para que vuestras conversaciones con vuestros peritos sean más productivas gracias a ese entendimiento. Y, por qué no, también os invito a participar y explicar vuestro punto de vista. Tanto yo como los demás peritos que os lean, os lo agradecerán.

Para que no sea un post sólo de presentación, voy a terminar explicando, para quien esté absolutamente despistado con todo esto, el concepto grande, la razón de ser de un perito, pues casi todo lo demás que se vaya a tratar en el futuro tiene su origen en ese punto.

¿Qué es un perito?

Un perito es, a grandes rasgos, alguien que conoce a fondo alguna materia o ciencia, un experto que utiliza sus conocimientos especializados para dar luz sobre los puntos de esa materia que puedan ser importantes en un conflicto.

Os dejo un enlace a la Wikipedia con alguna explicación más, para no repetirlas aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Perito_judicial

Hago un inciso porque no me resisto a apuntar un detalle sobre una parte de la Ley, que explica en la Wikipedia. Concretamente, al 340.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Mi inciso va dirigido en esta ocasión a los profesionales de la Justicia. ¡Existen los Ingenieros Técnicos Informáticos y los Ingenieros Informáticos! Es más, ¡existen los Colegios Profesionales de ambos! A ver si dejamos de ver a gente sin título y/o sin colegiar haciendo "pericias" informáticas.

No me tengáis en cuenta la riña. Aparte de lo que diga la ley, lo digo por el mayor beneficio del caso que tengáis entre manos.

En fin. Una vez definido lo que es un perito, y dejando para más adelante entrar a fondo en la cuestión, voy a dejar en el aire el tema que a casi todos los peritos en sus primeros casos se les olvida.

¿Es suficiente con saber mucho de la materia para ser un buen perito? No, ni mucho menos. Una pista: DAR LUZ... continuará